No sé si aún quedan algunas cosas que decir sobre el uso y mal uso del teléfono móvil. En todo caso quiero puntualizar algunos detalles abundando un poco más en lo insensato que resulta su utilización algunas veces en lo que concierne a la vía pública.
A todos nos parece que hoy en día, si salimos a la calle sin el “móvil” vamos vendidos, incómodos, es casi peor que ir indocumentados…Que lejana resulta ya la imagen de alguien hablando por teléfono en la “intimidad” de una de aquellas cabinas de Telefónica cerradas de cristal, cuando desde luego era bastante más discreto que llevar calle arriba calle abajo el pequeño aparato en la oreja a modo de gesto continuado de proteger con la mano el dolor de oído.
Son de agradecer los avances tecnológicos y más aun en temas de comunicación; no nos íbamos a quedar en aquel teléfono negro de la CTNE (el que lo tenía), colgado en la pared del pasillo de casa, pero tanto avance en las comunicaciones inter-personales no justifica el uso tan indiscreto del móvil en la vía pública.Es una falta de pudor y respeto hacia los demás rueros, caminar voceando a modo de monologo incluso con énfasis gestual y de braceo como hacen muchos; más bien parece que con la pretensión de hacer participes a los viandantes (o usuarios del espacio público) de las historias personales del “conversador”
Y lo más difícil todavía; algunos son capaces de: hablar por el móvil, mientras escuchan el Mp4, fumándose un cigarrillo a la vez que se beben una lata de coca-cola y charlan al mismo tiempo con un amiguete que esta a su lado. “Oye tronco; yo flipo; nos vamos de xoping; menudo pivon viene porai; cuídate chorvo; bueno adew …” fraseados emergentes de viva voz de las generaciones del 80-90.Pero además añadamos que el móvil es la causa-motor de la progresiva transformación de la gramática “modernizando” las palabras de fraseado en los mensajes de texto. Asi por ejemplo nos encontramos con comunicados escritos como “ola wap qtal?¿ ace muxo q n ns vems, aver cand qedams ……cuidat kntxt bss ”
Manifiesto que mi exposición no me exime de llegar a caer en similares circunstancias (espero que no) pero por lo que no paso es por la mutilación de la Gramática Española en los mensajes de texto, aunque me temo que esto es un viaje sin retorno y estamos sin duda, ante una transformación imparable de la comunicación interpersonal vía teléfono y otros medios de comunicación informática, que lleva consigo el cambio paulatino del uso del Idioma Castellano; eso si, para peor. Ya me gustaría escuchar la opinión de la Real Academia Española.
Ricardo Gago Fernández
Ourense
DIARIO LA REGION
OURENSE
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