Cuando
hace unos días asistí a un magosto-cena organizado, muy bien por cierto, por la sociedad cultural “ALBOR”,
me acorde de allá por los años 60 o 70 en que flameaban las banderas de varias
sociedades culturales de carácter popular de nuestra ciudad, “La Troya”, “Orfeón”, “La Recreativa” y otras,
tampoco muchas, pero en pleno auge.
Estas
sociedades suponen y son, lo que sus socios, y sobre todo sus directivas
quieren que sean; así el éxito de las mismas esta como casi todo en relación
directa con el interés puesto por quienes la dirigen.
También
es cierto que tales colectivos avanzan, se estancan o retroceden con el paso de los tiempos. “Albor” en el
Couto esta en auge pleno de eficiencia como lo demuestra las constantes
actividades realizadas por la sociedad, (y además por como responden con su
participación sus asociados), tales como la Semana Cultural, recientemente
realizada con todos sus eventos en su Sede, o los conciertos de las bandas de
música del Rosal y la
Municipal de Ourense sin irnos mas hacia atrás, así como el
padrinazgo de su Coral de canto ya veterana en el tiempo, pero actualizada en
sus contantes actuaciones, etc.
Nos
parece excelente la amalgama de edades de los socios, mezclándose
presencialmente en los locales de la calle Greco, tanto en las reuniones de
baile, como en otras actividades, gente avezada y juventud, que seguro
garantiza la constante renovación actual y futura impregnando de aire fresco al
colectivo.
Sería
injusto, no hacer una mención de agradecimiento a los Fundadores en los años 60;
a los precursores de la agrupación, y a cuantos socios y directivos han tenido
presencia y participación a través de los años. Sin que fuera así, no hubiera
sido posible por ejemplo que recientemente se restableciera el himno “Albor”
creado hace 39 años; cuya letra de Pablo Pérez y música de Julián Pinilla, es
realmente consecuente agradable y fonéticamente grato, revelando musicalmente
la filosofía de la Sociedad.
Es
de desear que la vida de esta agrupación cultural, así como las otras
existentes en Ourense que no vamos a nombrar para no olvidarnos de alguna,
vayan siempre en constante aumento cuidando su consolidación. Son necesarias
para la intercomunicación y fomento social humano.
No
quiero acabar esta reseña sin expresar simpatía y consideración hacia los
regidores actuales, de quienes me consta su dedicación y esfuerzo para llevar a
cabo tan grata pero a veces costosa labor en favor de la sociedad.
¡Felicidades
Sociedad Cultural Artística y Recreativa
“ALBOR”!
Ricardo
Gago Fernández
Ourense
DIARIO LA REGION
OURENSE
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