Es
lamentable que el Gobierno avance con
arrogancia y desmesurado autoritarismo y que comunique con prepotencia
la salvación futura del país en base a reajustes que generan pobreza, teniendo
en cuenta solo en sus únicas e “infalibles ideas”. Igualmente dramático es que
la oposición tampoco sea capaz de articular y aportar diseños más allá de las
propias conveniencias, y no en el interés y defensa de los problemas económicos
diarios del hispano-viviente. Esto ocurre porque los partidos son máquinas de
marketing, empresas políticas que negocian con las necesidades del consumidor
potencial: El pueblo.
Acaece
además porque los cargos legislativos son ocupados por personajes políticos
representantes solo de la política y no de la ciudadanía; aunque esta misma
ciudadanía es la causante de la colocación de los encumbrados en el poder; cualquiera
que haya sido el resultado de las elecciones. Siempre igual.
Y
resulta también que en cada legislatura el responsable de todos los desaguisados
es la oposición sea del color que sea. Y quien proyecta dificultades para
resolverlos es de igual forma la
oposición.
En
todos los gobiernos de nuestra novel democracia ha habido uso y abuso del
amiguismo favorecedor de muchos acólitos, colocando en cómodos despachos a
camaradas de liceo o parientes. El actual no se libra de las características,
estando ya un peldaño mas arriba en la escala evolutiva del desparpajo. No hace
falta nada más que ver las nominaciones de
infinidad de cargos públicos y sus currículum y procedencia, formando parte de
un conglomerado “gobierno de progreso” defendiendo al ciudadano y cacareando
que el amplio “ajuste social” es lo único ideal para arreglar el país. Esto es
sin duda un autentico gatopardismo; es decir mejorar todo para que nada mejore.
Los
partidos, en el poder y oposición, son corporaciones que básicamente no abren
puertas a quienes honestamente serian capaces de aportar ideas, cuando las
mismas no van precedidas de condicionante político de sumisión y obediencia a
la causa.
¿Cómo
pueden creerse intelectualmente visionarios para arreglarlo si no son capaces
de ver la realidad de España, que se empobrece y disipa su bienestar como un
azucarcillo en el agua? Despierten; y tanto gobierno como oposición coadúnense y
trabajen fehacientemente para salir de este jardín lleno de abrojos, en que nos
han metido…. Si es que existe alguna salida.
Ricardo Gago Fernández
Ourense
DIARIO LA REGION
OURENSE
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