No tengo por
norma reincidir en la exposición de los temas, cuando estos pasan por quedar
suficientemente claros en la explicación de los mismos, pero he aquí que
necesariamente tengo que expresarme de nuevo, en este caso para volver sobre mi
exposición de fecha cuatro de junio, en este Periódico y lugar, a cerca de
nuestro Puente Romano.
En aquella
reseña, expuse el abandono a que estaba siendo sometido el “Puente Viejo”; la
maleza dominaba al monumento causando un pésimo efecto de abandono; eso era
indudable a la vista de todos los orensanos. Sobre ello, escribieron artículos
como yo otras personas en este mismo Diario, y quizá debido a nuestras
insistencias, los “políticos” se decidieron a invertir algún dinero en su
adecentamiento, acordando afeitarle la maleza bajo un presupuesto de 12.000 euros,
sino me falla la memoria.
Pero no han
dado la talla; no se ha hecho ni creo que tengan la intención, de hacer lo que
verdaderamente el Monumento Histórico necesita. Al Puente en su estructura
original se le adosó un tubo longitudinal exteriormente bajo el pretil de aguas
abajo encamisado con plaquetas para disimularlo. No se cual es su función, ni
me interesa saberlo; esto había sido allá por los años 70. El Pegote se ve con
toda claridad, y era en este momento la ocasión para desmontarlo devolviéndole
al Puente su estado original.
Además,
denuncié también el deterioro físico en el que se encuentra, especialmente el
estribo izquierdo aguas arriba y el tajamar central derecho, también A. arriba,
muy preocupantes por sus agrietamientos
en los paramentos verticales, que sumado
al estado desgranado de la mampostería seca, es necesario una urgente
restauración.
¿Por qué en
esta ocasión no se ha tenido en cuenta lo que es más evidente? ¿Por qué nos
hemos gastado 12.000 euros en limpiarlo y no se ha acometido de una vez al
mismo tiempo su reparación?
El Puente
Romano es parte de lo poco que históricamente caracteriza a Orense; por eso con
mayor razón tendría que ser mucho lo que también históricamente lo cuidásemos.
No pasaran
muchas décadas y nuestras generaciones venideras lamentarán lo que lo hemos
descuidado no valorando su conservación física y si únicamente (y porque con
reiteración lo denunciamos) lavarle la cara para que desde lejos lo veamos
bonito y tenernos contentos a quienes como yo, admiramos esta joya con
categoría de Singular Monumento que es nuestro Puente Romano.
Ricardo Gago Fernández
Ourense
DIARIO LA REGION
OURENSE
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