Ya comienzan a hacerse rutinarias y hasta faltas de
interés las noticias en medios de comunicación, que tras una habitual retahíla
explicativa a impulsos premeditados de unos y otros, políticos o seudo, al
final del articulo, conferencia o mitin no dicen nada nuevo que no suponga
embotarnos con siglas, planes, cifras e intenciones, además de
descalificaciones de los contrarios aprovechando el “manifestador” en su favor,
cuantos errores defectos o taras, haya
visto en el contrincante.
Empieza a hacer falta mas sensatez por parte de todos
y que de una vez se enteren de que son votados, no para sentar su cátedra
particular u oficial en pro del partido al que representan, sino para laborar a
favor del pueblo, una vez que para ello han sido señalados en las papeletas de
las urnas tras haberse presentado voluntarios.
No tengo el más mínimo interés en diferenciar unas u
otras tendencias políticas porque estoy convencido de que al fin y al cabo
todos se rigen por dos principios fundamentales a saber: vivir si pueden del
cargo que ostentan, y hacerse notar con el máximo boato.
Será tarea imposible tratar de encontrar noticias en
las que los unos estén de acuerdo con los otros en algo; parece que es condición
indispensable para hacer política, aprender a contrariarlo todo adjudicándose
cada cual la posesión única de la razón y eso es notorio desde la política a
nivel nacional a la de las modestas y recónditas pedanías.
Un altísimo porcentaje de políticos “defienden” una idea determinada, no por que la hayan
mamado o recibido de herencia, que tal vez alguno habrá, sino porque
gustándoles los galones se acomodan a lo que les parece que le puede resultar
mas efectivo para lograr su objetivo de ser protagonistas.
Los unos darán comienzo a la legislatura con una frase
típica “gobernaremos para todos”. Los otros con otra frase también típica
“haremos oposición constructiva”. Pronto se pondrá de manifiesto que ni unos ni
otros tenían intención de cumplirlo. ¡Ni unos ni otros!.
Y los de a pie nos damos de cuenta pero nos resistimos
a pensar que es lo de siempre, que son secuencias continuadas y poco
ilusionantes para la solución practica de los problemas.
Bien que nos gustaría que pasada la lucha por “los
poderes” y colocados cada uno en su posición de dirigente u opositor, hicieran
buenas y reales las frases típicas mencionadas de sus discursos inaugurales,
sin pasarse la legislatura enzarzados en discusiones bizantinas en caminadas
solamente a propagar “su razón” sin tener para nada en cuenta que la única y
mejor de las razones, es la del mayor numero de trabajos conjuntos entre los
diversos partidos en beneficio del pueblo. Pero eso es una utopia.
Ricardo Gago Fernández
Ourense
DIARIO LA REGION
OURENSE
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