Que la idea de implantación de
bolardos para regular el tráfico de entrada de vehículos al casco viejo era
descabellada, no cabía duda desde el momento de su puesta en funcionamiento, ya
que desde aquel instante el sistema tenia el tiempo contado. Solo era cuestión
de meses para llegar los señores del Concello a la conclusión de su retirada;
eso si, ahora lo van hacer pensando ya en otras trabas mas sofisticadas, mas cómodas
y efectivas para sancionar a los infractores desde el despacho sin tener que
exponerse los policías de locales a patrullar por las rúas, para sancionar in situ
a los infractores.
No importa saber de quien fue la
idea cuando se instalaron; basta imaginar que fue cosa del Concello, se supone
que tras un minucioso estudio de efectividad, equivocado a todas luces como
ahora se demuestra y reconocen.
Que iban a generar daños a
vehículos no tendrían que ser demasiado listos para darse cuenta. Y ahora
parece que se les incorpora unas señales acústicas y luminosas a los pirulos cilíndricos
para avisar a los conductores cuando emergen del suelo. Es decir, más gastos
sobre lo gastado en su instalación, no hace aun demasiado tiempo; y que supone
una inversión sin futuro, pensando en que van a ser sustituidos por otro
sistema, ahora con carácter informatizado.
Se dice que la puesta en marcha
de esta nueva tecnología dependerá de la situación económica municipal. Ya podían
haberlo tenido en cuenta cuando idearon este invento antipático desde todos los
puntos de vista, y que solo sirve para numerosas reclamaciones al ayuntamiento
por daños en los vehículos. A todos los ciudadanos nos hubiera gustado que
ahora que quieren deshacer el entuerto nos dijeran con honradez que se habían
equivocado, y la pasta que se habían gastado en la instalación del bodrio. Pero
eso seguramente no lo van a hacer, a pesar de que los Ouensanos no somos bobos
y nos imaginamos las cifras de la factura.
Se gastan el dinero de las arcas
municipales en estos temas, antes de incrementar el número de efectivos
policiales en las rúas, muy necesarios por mil obvias razones, entre ellas la
propia seguridad ciudadana, cada vez más deteriorada en todos los barrios de Ourense.
Ricardo Gago Fernández
Ourense
DIARIO LA REGION
OURENSE
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