5/2/13

LAS AGRESIONES A MEDICOS ( 22 ABRIL 2012)



Después de analizar curiosamente el detallado reportaje en  La Región del día 23.3.12, sobre “las agresiones a los médicos aumentaron un 9.2% en 2011” invita el mismo, a hacer unas breves consideraciones acerca de los datos reflejados, representados en graficas de porcentajes y texto de comentario.

Como bien dice el contenido, las cifras solo representan “la punta del iceberg” y eso si que es verdaderamente preocupante y lamentable tanto por lo cuantitativo, como por lo que significa, la realidad de la violencia.

Omitimos entrar en el descifrado de los números porcentuales por comunidades, ya que nos llevaría a diferenciar sin sentido ni justificación tales agresiones, en tal o cual autonomía.

No es justificada la causalidad del “recorte sanitario”; antes de ello ya había casos de violencia supuestamente provocada por los pacientes; aunque no hay que ignorar que en términos generales, efectivamente se pueda producir por tal motivo un deterioro del sistema; lógicamente con repercusiones de nerviosismo entre medico y paciente, tal vez por minimizar la atención acentuada si a caso en la primaria de la S.S.

Lo que si parece cierto, es que ese estado de nerviosismo agresivo que subyace en algunos pacientes cuando visitan a un medico, es propio de personas poco consecuentes con el motivo de la propia visita. Acuden muchas veces con la prescripción auto realizada y con el propósito de complacencia del galeno; o van a la institución hospitalaria acomplejados de superioridad, altivez y exigencia, mas que a someterse al examen correspondiente.

Es de suponer, aunque no se especifica expresamente en el reportaje, que los datos son referidos a la atención medica en la S.S; no parecería en principio que la medicina privada registrara casos, al menos significativos, de agresiones al medico por parte del paciente. No se pretende justificar con ello en ningún caso lo injustificable.

Pero lo que llama la atención en el reportaje es la frase del Dr. José Luís Jiménez, vicepresidente del colegio medico de Ourense, que viene a decir que existe “cierta tolerancia social” habiendo médicos que lo “entienden como parte del trabajo”; hombre no, señor Jiménez, la profesión de medicina, como cualquier otra, no tiene porque llevar emparejada la exposición de recibir agresiones por parte de nadie, salvo las exceptúales anormales como cualquier ser humano por el hecho de ser persona a veces poco racional. Como tampoco igualmente parece razonable lo de “cierta tolerancia social”; que no se esté de acuerdo puntualmente con el facultativo o incluso con el sistema, no quiere decir que haya tolerancia social hacia quienes utilizan la violencia física o verbal con el colectivo referido, ni con cualquier otro.





Ricardo Gago Fernández
Ourense

 

DIARIO LA REGION
        OURENSE


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